Más de 2.000 escuelas participan en el programa de educación en hábitos de alimentación saludable de Serunion, que también redobla su apuesta por la sostenibilidad y el medio ambiente. Durante este curso lectivo continúa el proyecto “La comida no se tira” y se impulsa la presencia de alimentos de proximidad en los menús.

El curso ha empezado con novedades en los comedores escolares de Serunion, que refuerzan su compromiso con los hábitos de alimentación saludable. Más de 2.000 centros de educación primaria, cien más que el curso pasado, participan en un programa basado en las recomendaciones nutricionales de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) respecto a los valores de una dieta sana y equilibrada, no solamente dentro del ámbito escolar sino también fuera. Y ello, con el objetivo de luchar contra uno de los problemas más preocupantes en el desarrollo de niños y adolescentes: la obesidad.

La implicación de los propios alumnos es una pieza fundamental para el éxito de este proyecto, que les da la oportunidad de opinar sobre los ingredientes y la elaboración de las recetas que conforman el menú escolar. Y es que todos los expertos insisten: es vital incorporar en la dieta verduras, pescado y legumbres, que suelen causar rechazo entre los más pequeños. Para lograrlo, Serunion ha implantado nuevas técnicas de cocción y formas de presentación que hacen más atractivos estos ingredientes. Además, se incorporan a los menús una serie de alimentos de elevado contenido nutricional, como los germinados de cereales o leguminosas, ricos en aminoácidos, minerales, vitaminas y oligoelementos.

Comedores sostenibles

La sostenibilidad es otro de los ejes prioritarios del proyecto educativo de Serunion, que da continuidad a las medidas puestas en marcha hace dos años para reducir los desperdicios alimentarios. El éxito de la iniciativa la avala: durante el curso pasado, se logró reducir en un 16% de media la cantidad de residuos gracias al programa “La comida no se tira”, que se implementó en más de 50 centros escolares con la participación de 10.000 alumnos. Se trata de una iniciativa de ámbito nacional ideada por tres organizaciones no gubernamentales, SED, PROYDE y PROCLADE, que cuenta con el reconocimiento del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Pero la sostenibilidad de los comedores escolares de Serunion va más allá de los residuos que se generan e implica también a los propios ingredientes utilizados en las cocinas, apostando por la salud, la proximidad y el kilómetro cero: 300 referencias son ecológicas, el 99,41% de las compras se realizan a suministradores nacionales y, de ellos, 50 millones de euros se destinan a más de 350 proveedores locales repartidos por toda España.