Transformados para acoger a pacientes leves, profesionales sanitarios y personas mayores, muchos hoteles como los conocíamos se convirtieron en hospitales improvisados durante las primeras semanas de la pandemia. La necesidad urgente de habilitar estos nuevos centros sanitarios hizo que todos los implicados se pusieran rápidamente en marcha con el fin de dar salida de la mejor manera posible a esa demanda.
En el caso de Serunion, la apertura de los nuevos hoteles medicalizados supuso igualmente un reto: ejecutar el servicio de forma rápida, eficiente y con todas las garantías sanitarias que la situación exigía. Entre Barcelona y Madrid, han sumado 32 centros los que la compañía ha atendido, de los cuales 20 se destinaron a pacientes en cuarentena por coronavirus y 12 a ser la residencia temporal de personal sanitario.
Y los números hablan por sí solos. Serunion ha contribuido en cuidar y alimentar a más de 20.000 personas en estos hoteles. Literalmente de un día para otro, la compañía tuvo que adaptar sus operaciones y elaboraciones en cocina para este nuevo perfil de centros. Además, y como gesto por la difícil situación que los afectados vivían, incorporó una campaña de mensajes de ánimo a todos los pacientes ingresados en estos hoteles, haciéndoles llegar en las bandejas un detallito para que esos días fueron un poco más llevaderos y no se sintieran tan solos.
Afortunadamente, a día de hoy un buen número de estos centros ya ha ido cerrando y se prevé que el resto lo haga en poco tiempo, lo que es una buena noticia porque significa que entre todos estamos controlando la propagación del virus.