Durante las primeras semanas de expansión de la pandemia por COVID-19, Serunion tuvo que reaccionar muy rápidamente ante la petición de servicio que las autoridades sanitarias le hicieron llegar: la compañía debía alimentar diariamente a cerca de 3.000 personas hospitalizadas y distribuidas entre los más de 30 hoteles medicalizados ubicados en Barcelona y Madrid.

Ante esta urgente demanda, la división de B&I se puso a disposición de la división de Sanidad para ofrecerle todo su apoyo y afrontar así este reto como compañía. De esta manera, B&I gestionó íntegramente 13 de estos hoteles, de los cuales 4 se destinaron a pacientes en cuarentena por coronavirus y 9 a ser la residencia temporal de personal sanitario.

Este servicio excepcional ha mostrado lo mejor de sus equipos que, no solo cumplieron con lo que el cliente pedía, sino que también se volcaron en preparar postres caseros. Lo que comenzó como una manera de no desperdiciar comida de las donaciones recibidas, se convirtió en toda una demostración de entrega por ver quién de los trabajadores y trabajadoras hacía el mejor postre. Un divertido “challenge” que hizo mucho más llevadera la difícil situación que se estaba viviendo en estos centros.

A día de hoy, un buen número de estos centros improvisados ya han ido cerrando y se prevé que el resto lo haga en poco tiempo, lo que es una buena noticia porque significa que entre todos, hemos podido controlar la propagación de esta terrible pandemia.